¿En qué se parecen El beso de la mujer araña y Donde termina el arco iris?

¿En qué se parecen El beso de la mujer araña de Manuel Puig y Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern?

¡Hola, Eternos Lectores! ¿Cómo están?

Hoy quiero hablarles de dos libros que son extremadamente distintos, pero tienen algo en común. 

Por un lado, tenemos El beso de la mujer araña de Manuel Puig. Este libro se publicó por primera vez en el año 1976 en Argentina. Por supuesto, fue prohibido por la dictadura militar que en ese momento estaba atravesando el país y recién vio la luz cuando, seis años después, se volvió a la democracia. Cuenta la historia de Valentín (un preso político) y Molina (un homosexual, culpado de abuso infantil) mientras están presos en una celda: las conversaciones que tienen, sus ideologías políticas, la narración de películas para entretenerse, etc.



Por otro lado, tenemos Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern. Este libro se publicó por primera vez en 2004 en Irlanda. Es la segunda novela de Cecelia Ahern, que para entonces ya había publicado Posdata: te quiero. Cuenta la historia de Rosie Dunne y Alex Stewart, amigos inseparables desde pequeños, pero que ¿pueden llegar a ser algo más una vez llegada la adolescencia?


Como pueden ver, parece que estamos frente a una antítesis: escritor - escritora, Argentina - Irlanda, literatura que pone sobre el tapete la represión, injusticia - literatura que habla sobre el amor, la amistad.
Sin embargo, estos libros tienen algo en común: la manera en la que están contados. Tanto en uno como en otro estamos frente a historias donde el narrador está "ausente" y eso hace que conozcamos a los personajes y los acontecimientos sin la interferencia o mediación de las valoraciones o puntos de vista del narrador.
En el caso de El beso de la mujer araña, el diálogo entre los distintos personajes y los dos informes policiales son los que nos llevan a conocer esta historia y a quienes participan en ella.
En el caso de Donde termina el arco iris ocurre algo similar. Nos vamos adentrando en la historia de Rosie y Alex mediante la larga sucesión de cartas, e-mails, chats, mensajes de texto, artículos periodísticos, facturas, tarjetas, etc., que ellos y otros personajes envían, reciben, comparten. La única excepción a este narrador "ausente" ocurre en el epílogo del libro, donde sí interviene un narrador omnisciente. 

Valoración personal

A pesar de sus diferencias, amé a igual escala estos dos libros. Ambas historias son (a su propia manera y estilo) increíbles, atrapantes, emocionantes. ¡Se los recomiendo!
Para mí, la forma en la que están contadas es genial. Está bueno no tener al narrador describiendo, valorando, interpretando, etc., las cosas, personas, acontecimientos. Dejar ese espacio libre permite al lector hacer todo eso por sí mismo de acuerdo a lo que el autor decidió mostrar e incorporar en su texto.

¡Los invito a conocer a Valentín Arregui, Luis Molina, Rosie Dunne, Alex Stewart y sus historias!

¡Buena lectura!

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